Carlos Alberto Final feliz a modo de epílogo

Carlos Alberto Final feliz a modo de epílogoTrabajo en un banco, extranjero, formo parte de un grupo que estudia, propuestas de inversión. Gano buen dinero. En el grupo, somos 6 hay dos mujeres, mayores, casadas, casualmente las dos sin hijos. Hay tres tipos más, el gerente, viejo seco, de mal humor siempre, ¡Un cabrón! El encargado, 45 años, casado con una secretaria del banco, tienen 6 hijos, y un nerd, que hablan con las computadoras y con nadie más. Cuando hay que ir al interior a hacer estudios in situ, el indicado soy yo, no tengo compromisos serios, el resto prefieren el trabajo de oficina. Normalmente me presento en la sucursal del Banco, más cercana y desde allí, constato estudios, hablo con los que lo desean llevar a cabo y el resto, con mis datos desde Buenos Aires, levantan o bajan el pulgar y voy comunicando los avances a los interesados locales. Cuento todas estas boludeces del trabajo, porqué ahora paso a Mendoza, Capital, donde estuve hace un año.El tema, era una ampliación de una bodega, para exportar vinos a Brasil, Colombia y Bolivia. No era nada raro, ni riesgoso, de poca monta. Esto, lo hubiéramos solucionado desde Buenos Aires, pero al gerente, amigo personal del bodeguero, se le mete que debemos estar con el cliente, hasta la definición de la inversión. O sea, me pasé un mes haciendo turismo. Mi novia, en Buenos Aires, ni se inmutó, por no verme en un mes.¿Mi novia? Imposible llamarla así. Diríamos mi pareja femenina. Medio gordita, vive caliente como una pava y yo le hice el verso de la Religión, que hasta que nos casemos nada, que después el sexo es solo para procrear. Ella también necesita un novio, por las apariencias. Así y todo, la gorda, me llevó a la cama dos veces. Dos polvos mal hechos, con acabada instantánea por parte mía, ella seguí echando humo por la concha, quiso que se la chupe y yo ?torpemente? la mordía. En definitiva, no culeamos más y desde ese día soy un cornudo, consiente y feliz de que a la gorda se la coja otro. Ustedes saben, soy gay. Pasivo aunque a veces activo, pero solo con hombres.El primer día luego del Banco, voy a un bar. Lleno de gente de mi edad, a la sazón cumplo 26 en un par de meses. Muchas chicas, unos cuantos varones. Una chica en la barra me mira con insistencia. Un metiche, de los que abundan en todos lados me dice:- Parece que le gustás al travesaño.¿Travesaño? Siempre tuve ganas de ver como son. Finalmente tiene lo que amo, la verga. A partir de ese momento, devolví con creces sus miradas. Voy al baño, cuando vuelvo, la nena estaba sentada en mi mesa.- ¡Hola! Soy Leticia, vi la mesa vacía?- ¿Qué te pido?- Cerveza.Voy a la barra, traigo dos vasos y una botella.- Me llamo Carlos Alberto, brindemos por el encuentro, Leticia.Charlamos un rato largo y me jugué por la verdad.- Si vamos a ser amigos, digamos todo lo que a nosotros respecta. Sin tapujos ni mentiras.- Me gusta la idea, Carlos, no te voy a llamar Alberto, es demasiado largo.Se puso de pie, fue como para el baño, no sabría decir a cual fue. Tacones, negros, falda gris oscura, hasta la rodilla, Camisa blanca, suelta en la cintura, cabello negro, apenas tomado por un clip. No era espectacular, tenía tetas diminutas. Pero el conjunto era muy bueno.- ¿Leticia, estás dispuesta a ser sincera? Te contaré mi pura verdad, espero que tú lo hagas.- ¡Dale!- Soy gay, pasivo aunque a veces, pocas, activo. Me encanta ser culeado y chupar una verga. Vivo engañando, tengo una novia, que me mete los cuernos, ya que en 6 meses que llevamos juntos, la cogí dos veces. Soy de Buenos Aires, estaré dos semanas en Mendoza, asuntos laborales. Tengo casi, 26 años.- Bien. ¿te gustan las vergas? Pues, yo todavía la tengo. No te diré que es enorme, pero?- ¡Jajaja!- Soy, como verás travesti. De pequeña, me visto de mujer, siempre solo para mí. Soy del sur, cuando decidí ser nena a tiempo completa, me mudé a Mendoza. Trabajo en una peluquería. Tengo unas pequeñas tetas a base de hormonas. No tengo operaciones, ni donde te imaginas, ni facial. Tengo 29 años, Soy bisexual, solo con hombres, cero mujeres, no me interesan.A esa altura, estábamos, ya tomados de las manos. - Leticia? Mi departamento está a 100 metros?- Creí que nunca me ibas a invitar a estar solos. Vamos Carlos.Pagué las bebidas, salimos sin dar muestras de apuro, en la calle le puse mi brazo sobre sus hombros, me miró y me besó. Llegamos a mi departamento, sin apuros. En el ascensor, volvimos a besarnos. Entramos al departamento, nos sentamos en el sillón y nos besamos, ahora con intensidad. Pasé mi mano por dentro de su camisa, busqué sus diminutos pezones, per duritos, gimió, dijo algo así de que rico. La ayudé a desvestirse. Cuerpo de adolescente niña. Lindas caderas y piernas, culito parado y su verga erecta, era importante.Me bajé los pantalones y el bóxer, ella se agachó puso mi verga en su boca y con un dedo, comenzó a perforarme el culo. - Carlos desnudate que quiero tomar tu tesoro.Me desnudé y me hizo chuparle la verga. Cuando estaba por reventar, se puso un condón. Me hizo poner como perrito y con los dedos y la lengua, me lo dilató.- Tenés un culo a prueba de balas.Me ensartó, y me cogió con maestría. Para acabar, salió de mi culo, se quitó el condón y en mi boca lanzó un chorro caliente, rico, muy rico.- Carlos, dejame hacerte acabar.- Deseo cogerte, ¿puedo?Tomó un condón, mientras me chupaba la pija, dura me calzó el condón. Me acostó en la cama y me montó tipo vaquera, con su cara y su verga mirándome. Tardé un rato en acabar, ella volvió a derramar algo de semen en mi panza. Aviso que voy a acabar, se baja, me quita el condón y me chupa la verga hasta que mi semen termina en su boca.- Gracias Leticia, me encantó.- Gracias a vos Carlos.Pedimos una piza, dos cervezas. Comimos, retozamos, nos mimamos. - Carlos, me tengo que ir, trabajo mañana.- ¿Cuándo tenés libre?- Domingo y lunes.- ¿Hasta el domingo no te veo?- ¿Querés volverme a ver? No me pasa nunca, me cogen y si te he visto no me acuerdo.- , - Cuando salgo de la peluquería y si querés me vengo para acá.- Traé ropa, digo, podrías quedarte a dormir? si querés.- ¿Querés que sea tu novia por quince días?- ¿Y por qué no?Nos besamos rápido y se fue. Bajé con ella, le abrí abajo, nos besamos y se fue.Al otro día, trabajé un par de horas en el Banco, visité al desarrollador. Pasé todo lo relevado Buenos Aires y me dijeron que mañana me daban instrucciones. Me felicitaron. Tuve toda la tarde libre. Fui de compras, comida y mucha cerveza. Tartas para microondas, toda comida chatarra y más cerveza. Instalé todo en casa y me fui a caminar. Pasaron las horas, ya era de noche. Nadie llamó. Cuando estoy a 20 metros, veo a Leticia peleando con el portero eléctrico.- Carlos bajá a abrirme, el portero no debe andar.Como ya estaba a sus espaldas, me le acerco y le beso el cuello.- ¡Puto! Que susto me diste.Estaba hecha una diosa. Guardapolvo blanco a media pierna, apretado, abierto arriba, dejaba ver el inicio de las tetitas. Casi sin maquillaje. Abro, entramos, en el ascensor, caigo en que solo traía un bolso de mano, de esos que usan las mujeres.- ¿No trajiste ropa?- Papi, el guardapolvo, es para toda la semana, abajo solo tengo la bombacha, no uso medias y solo calzo ojotas para trabajar, no dan olor. En tu casa estaremos siempre desnudos, traje como 6 bombachas. Suficiente.- Nena, ese comentario hace que se me abra el culo y se me pare la pija.Reímos y entramos a mi departamento.- Vamos a cumplir la palabra Leticia. A ponernos en bolas.Nos desnudamos, la miro de pies a cabeza y le digo- Es muy lógico que usemos tu verga más que la mía. Es más linda y mucho más grande.- ¡Pelotudo! Si renuncías cogerme, te juro que me voy?- Serías la culpable de mi suicidio?Jugamos un rato, ella acomodó sus bombachas en el placar y yo puse las tartas en el horno. Comimos con cerveza y fuimos a la cama.Cumplimos. Ella me cogió primero y me acabó en la espalda. Yo también la cogí, es que por primera vez, siento deseos de poseer a una mujer. Le acabé en la boca. Nos higienizamos y nos dormimos abrazados.Así estuvimos hasta el doming8o, que amanecimos abrazados y sin decirnos mucho, nos volvimos a echar dos polvos, uno a ella y el otro a mí. Fui yo el que primero la cogió. Es que la deseo. Luego, fuimos a pasear, al Parque General San Martín. Caminamos todo el día, Éramos como cualquiera de las parejas de enamorados. Terminamos en su humilde casa, recogió algo más de ropa y nos fuimos a coger al departamento.El lunes, orden interno. Supermercado, por alimentos. Lavadero, por nuestras pocas prendas. Limpieza del departamento. Terminamos como de costumbre en la cama cogiendo.Así llegamos al segundo viernes, me avisan de Buenos Aires, que ya terminó todo, que el seguimiento del proyecto lo iba a hacer el Gerente directamente (la puta que te parió). Digo, que el lunes necesitaba no ir a trabajar. El propio gerente, me autoriza en virtud de lo bien que me había manejado en Mendoza (Si supieras, pelotudo). Gracias, señor.El domingo y lunes, me mudé al tugurio de Leticia, no salimos en los dos días, cogimos como conejos. El lunes a la media tarde, nos despedimos, pero le digo:- Venite a Buenos Aires, mientras conseguís trabajo, yo te banco.- ¡Sos loco! Yo no soy prostituta ni mantenida?- No te ofendas, Leticia, yo no puedo pensar en vivir sin vos?- Ahora andate, dejame pensar y lo hablamos. Vos tenés que solucionar lo de tu novia, yo no te comparto con nadie, si querés ser mi novio.El vuelo a Buenos Aires, pasó como un sueño, solo pensaba en ese ?Si querés ser mi novio? y mi respuesta fue siempre ¡SI!El mismo martes, me reuní con la gorda y le dije que no la quería más, que ella no era mujer para mí, te hice seguir, te acostás con otros tipos (mentí)? muy suelta de cuerpo me dice:- Si vos no me das, yo me arreglo por mi cuenta. Si no cogés, yo cojo. Tenés razón, andate a la mierda, no perdamos más el tiempo. ¿Te devuelvo tus regalos?- Metételos en el culo?Lindo final para el amorío de La Gorda y el Puto.Llamo a la peluquería a Leticia y le cuento lo de la Gorda. Se pone contenta.Lo que sigue es de Corín Tellado. Leticia, vino a Buenos Aires, consiguió los documentos de mujer. Nos casamos. Ella es dueña de una peluquería en un barrio. Yo ahora ocupo el lugar del Gerente, que se jubiló, Este febrero cumplimos 25 años de casados.